¡¡Feliz cumple Juan Ma querido!!
¡Ay compy! Llegaste el segundo año cuándo aún nos juntábamos en la biblioteca, ¡¡vaya ingreso el tuyo!! Un grupo que se estaba formando, aún en pañales donde no existía ésta expectativa que tenemos hoy, ni ésta hermosa amistad que vivimos alimentando cada día. Eras un perfecto desconocido y además,… un desbocado total que horrorizabas a las mujeres mayores que estaban y ya no están más, sumándole además tus exabruptos fuera de lugar. Nos caíste mal apenas abriste la boca, parecías un pedante que solo hablaba de sexo como idea fija, contentándote en escandalizar (las risas que me saca esto que estoy escribiendo no las pongo). Los años fueron pasando y nos fuimos decantando, tú seguiste estando, siempre ahí como un soldado. Te amoldaste a nosotros y nosotros te fuimos aceptando tal cuál eras. El tiempo fue pasando, a veces tus bromas que al principio parecían groseras, con el correr del tiempo nos fueron robando sonrisas y las risas vinieron después. El compañero se transformó en amigo, fue creciendo el afecto a través de muchos escritos, reuniones, cenas, chistes y bromas, hasta convertirse en un cariño de verdad, el que se siente en el corazón y nace del alma. Ksandra no sería Ksandra sin Juan Ma, porque tú eres tan importante como los demás. Esa desfachatez que te caracterizaba nos abrió la puerta a poder escribir con desparpajo en total libertad. ¡¡Vaya compy que eras desvergonzado!! Pero todo eso no impidió que descubriéramos al hombre cariñoso y afectivo que habitaba en tu corazón, al amigo que estaba presente si lo necesitábamos, al prudente que calló algunas agresiones sin inmutarse, al niño grande que eres y que todos nosotros queremos. Por eso hoy estamos con vos. Hoy queremos sumar deseos para que se cumplan todos tus sueños.
¡¡Feliz Cumpleaños Querido Juan Ma!!
¡¡Muchas Felicidades!!
¡¡Te requeremos un montonazo!!
¡¡Besazos y abrazotes!!
Tus amigos los Ksandrinos.
¡Ay compy! Llegaste el segundo año cuándo aún nos juntábamos en la biblioteca, ¡¡vaya ingreso el tuyo!! Un grupo que se estaba formando, aún en pañales donde no existía ésta expectativa que tenemos hoy, ni ésta hermosa amistad que vivimos alimentando cada día. Eras un perfecto desconocido y además,… un desbocado total que horrorizabas a las mujeres mayores que estaban y ya no están más, sumándole además tus exabruptos fuera de lugar. Nos caíste mal apenas abriste la boca, parecías un pedante que solo hablaba de sexo como idea fija, contentándote en escandalizar (las risas que me saca esto que estoy escribiendo no las pongo). Los años fueron pasando y nos fuimos decantando, tú seguiste estando, siempre ahí como un soldado. Te amoldaste a nosotros y nosotros te fuimos aceptando tal cuál eras. El tiempo fue pasando, a veces tus bromas que al principio parecían groseras, con el correr del tiempo nos fueron robando sonrisas y las risas vinieron después. El compañero se transformó en amigo, fue creciendo el afecto a través de muchos escritos, reuniones, cenas, chistes y bromas, hasta convertirse en un cariño de verdad, el que se siente en el corazón y nace del alma. Ksandra no sería Ksandra sin Juan Ma, porque tú eres tan importante como los demás. Esa desfachatez que te caracterizaba nos abrió la puerta a poder escribir con desparpajo en total libertad. ¡¡Vaya compy que eras desvergonzado!! Pero todo eso no impidió que descubriéramos al hombre cariñoso y afectivo que habitaba en tu corazón, al amigo que estaba presente si lo necesitábamos, al prudente que calló algunas agresiones sin inmutarse, al niño grande que eres y que todos nosotros queremos. Por eso hoy estamos con vos. Hoy queremos sumar deseos para que se cumplan todos tus sueños.
¡¡Feliz Cumpleaños Querido Juan Ma!!
¡¡Muchas Felicidades!!
¡¡Te requeremos un montonazo!!
¡¡Besazos y abrazotes!!
Tus amigos los Ksandrinos.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada