20.9.09

David ¡¡Molt merdè!!

David querido ¡Molt merdè!!

Siempre empiezo con los mismo, pero así nos conocimos, jugando con las palabras. La amistad germinó en el corazón y se arraigó en el cuerpo. El sentimiento fue uno, hermanándonos, sólo que entre los dos, nació inmediatamente y como un hijo prematuro, día a día se fue fortaleciendo. Ni la distancia pudo empobrecer el sentir y ambos soñamos en voz alta. Compartimos esas ilusiones y confidencias de anhelos que creíamos perdidos o simplemente, imposibles de alcanzar. Hoy ese sueño ve la luz de un nuevo día, distinto, diferente y el camino a recorrer es el buscado en horas de desvelo, apostándolo todo a una sola carta, la tuya y la de tu ansia de ser. Bufón por naturaleza, sarcástico e irónico, provocador y vendedor de fantasías, me has conmovido hasta el alma, haciéndome aflorar las lágrimas más de una vez, al mostrar la otra cara de la moneda, esa que pocos conocen y muestra sin tapujos esa sensibilidad a flor de piel que tienes. Honor de ser tu amiga, un par para el que no hay secretos y una fan que te admira de siempre, a medida que te fui descubriendo. Nos conocemos tanto, que no hizo falta la palabra para saber como estábamos en determinado momento, y el otro siempre presente, buscándonos para darnos aliento. Conformamos un grupo atípico por nuestras propias formas de ser, pero único por un juego y un soñar compartido que nos hizo ser uno. El logro de uno es el de todos, tu sueño es el mío y tú objetivo a alcanzar una hemorragia de felicidad, que me estremece sabiéndote que lo estás logrando. Estoy ahí, a tu lado como siempre, hinchándome de orgullo y sin dudar, sé que alcanzarás la cúspide coronada de aplausos y que las risas llegarán hasta mis oídos, aún en ésta lejanía sin fronteras. ¿Qué te tengo fe?, ¡toda la fe del mundo!, porque lo vales y con tu éxito se hará realidad mi propio sueño y el de los Ksandras también. Tu actitud nos devuelve la confianza en nosotros mismos, al menos la mía, porque elegí seguir tu ejemplo y como en Hansel y Gretel, ve dejándome piedritas en el camino para que yo también lo alcance. Para mí eres mucho más que un compy, eres mi amigo del alma y más que un hermano, un par con el que conté sin pedírtelo, porque estabas siempre ahí saliendo de la galera, con un abrazo de oso, con la palabra fácil, con la sonrisa en los labios y supe que era para toda la vida, ¡un amigazo con mayúsculas! Fuera de eso que hace al cariño, he llorado de risa con tus gags y desmenucé cada relato tuyo con sorpresa, podías hacernos reír y conmovernos con prólogos como el de Colors o Volar. Histrionista por naturaleza podías escribir historias cargadas de sensibilidades, ¡Eso es un artista!

Desde aquí, ¡por tu éxito que es el mío!

¡Te deseo mucha merdè! ¡Toneladas de merdè!

Gracias por ser mi amigo y un ejemplo para seguir buscando el sueño.
Gracias a los Ksandras estoy a tu lado, disfrutando y henchida de orgullo, sé que lo estás logrando.

¡¡Avantti caro amici!!

Te super requiero un montonazo.

¡¡Besazos a palas y abrazotes de osa cariñosa, igual a los tuyos!!

Mónica