21.5.09

Ceguera

Su mecha larga, nueva e impregnada de cera, arde presurosa, al solo contacto de la flama de una cerilla encendida. La llama avivada y solícita, se yergue erguida, voluptuosa y esbelta a la vez, iluminando con nitidez los objetos que la rodean, pudiendo distinguir sus colores y sus formas. Por momentos, en su arder continuo crepita e incluso despide unas pequeñas y casi imperceptibles chispas, pero la llama inexorable, voraz y despiadada, incinerándola, la va derritiendo, licuándola, disolviéndola, mientras la cera corre a través de la vela, hincándose a sus pies y dejándole en su pared cilíndrica, un amasijo de siluetas extrañas.No hay corrientes de aire, puertas y ventanas están cerradas, pero ella igual inicia una coreografía dantesca occilando de un lado al otro, ascendiendo y descendiendo presurosamente, como si de una danza ritual se tratara. Su luz tenue se va debilitando a medida que se va consumiendo sin pausa la estática vela.En su fragilidad, producto de su avidez, sumergida en la semipenumbra, las sombras que ella produce se van agrandando, hasta agigantarse y su baile exótico, les confiere un movimiento diabólico, como si acechándome fueran a caer sobre mí y engulléndome, me traguen haciéndome desparecer.A medida que la va disolviendo, ella se va extinguiendo. Moribunda, en un intento de seguir encendida, hace que la infortunada mecha, exhale – cómo si de un último suspiro se tratase – un humo gris, que asciende ondulado y espiralado, perdiéndose, diluyéndose.Ya llegó su fin, las sombras todo lo cubren y expirando se apaga, sumergiéndome en la tenebrosa oscuridad.
..........................................................................................................................................................................
La ceguera que padezco, producto de una enfermedad, me privó de distinguir los colores de las cosas que me rodean y poder seguir admirando las formas y descubrir los distintos matices de la belleza.Ahora, en ésta oscuridad total, en donde no éxiste ni un vestigio de luz, el tacto, el gusto, los olores y los sonidos, estimulan mí imaginación y veo entre tinieblas.
..........................................................................................................................................................................
Éste relato fue un trabajo que recuerdo con cariño, Ramón (el profe), les había dado a cada uno del grupo, un personaje de Blancanieves para traer un escrito en primera persona, a mi me tenía preparada una sorpresa, ésta composición "Ceguera". Esto fue lo que salió y hoy comparto con todos.
Profe, te requiero un montonazo
Mónica

3 comentaris:

CKs ha dit...

Eres una todoterreno, Mónica. Después del vibrante TEMPORAL (del Malandra-Ver comentario) nos traes la CALMA con esta 'Ceguera' en que consigues que un sólo instante se haga eterno. Ígual que con el Malandra sólo consigues relajarte a oscuras. Felicidades
-Curiosidad: En lunfardo también se dice flama de una cerilla?

CKs ha dit...

La noche me persigue compy jejejejeje y a oscuras como el dicho,... todos los gatos son pardos.Éste escrito es del 2005 y fue una "sorpresita" que me tenía preparada el "profe", lo que solemos llamar un desafio. No lo dudes, me he divertido mucho a la hora de componer personajes no muy afines conmigo.Gracias por compartir.
Besos
Mónica

CKs ha dit...

Sorry, a la cerilla se le dice en lunfardo, fósforo.No se utiliza flama para designar el fuego, sino llama. En lunfardo dirían a la luz de un fósforo.
Besos
Mónic