¡NO a la Violencia de Género!

¡NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO! -

Y le trajo flores

Yacía tendida en el frío suelo del baño, atontada y conteniendo la respiración,… escuchaba. Oyó sus pasos alejándose, crujidos de vidrios estrellados mientras vociferaba insultos y un portazo.Silencio,… él se había ido, no se atrevía ni siquiera a quejarse del dolor que sentía por no enfurecerlo más, era capaz de matarla.Trato de incorporarse y se vio el cuerpo lleno de sangre,…- ¿cuándo fue que comenzó esto?- se preguntaba,…le dolían las costillas y no podía respirar, se sujeto el costado y haciendo un esfuerzo logro ponerse en pie,…La arcada subió a su garganta amarga como la hiel y lanzó,…no había cenado, pero el vomito bermellón le decía que algo se había roto dentro suyo,…el escusado quedo teñido de rojo.Del espejo del baño sólo quedaba el marco,…él lo rompió con su cara cuando la sujeto de los cabellos y como a una marioneta, la incrusto contra él,…abrió el grifo del lavabo y dejó correr el agua, sus manos debajo del chorro temblaban aún, se paso los dedos cautamente por la cara tratando de reconocerse,…descubrió cortes, hinchazones, y al mojársela con cuidado, noto la sangre que caía corriendo por sus mejillas.¡Quería morirse!,…¡ojalá la matara de una vez, así terminaba éste suplicio!,…lo prefería mil veces antes de seguir soportando las trompadas, las patadas, los agravios y los menosprecios …ni su ruego para que parase lo detenía, se enfurecía más.El miedo le recorría el cuerpo, lo sentía como una descarga eléctrica y el gusto acre y áspero de la adrenalina en la boca, no se le iba con nada.- Qué fácil es decir: ¡denúncialo!,…¿y después qué?,…te dicen: ¡ vete a otro lado,…lejos de aquí!,…¿ pero a dónde?,…¡ hay centros de acogida, gente que te ayudará!,…¿cómo me ayudarán?,…él me buscaría y a la larga me encontraría,…¡el miedo,…el miedo se había convertido en pánico!.Ese miedo la paralizaba, no la dejaba pensar,…- Y pensar que una vez él fue su amor,…la primera vez que la golpeo llevaban un mes de casados,…luego le trajo flores y le pidió perdón con lágrimas en los ojos,…prometió no hacerlo más,…se excusó diciéndole que se había vuelto loco,…¿cuánto tiempo pasó hasta que lo hizo otra vez,…un mes,…luego fue a la semana?,…y así llevaba años.No se atrevía a mirarse en el espejo del cuarto,…¿cómo haría para salir a la calle y soportar a los vecinos preguntándole que le había pasado?,…otra mentira,…¿pero cuál ésta vez?,…ya no sabía que inventarse para no sentir tanta vergüenza, era conciente que ya no podía mirar a los ojos a nadie, siempre bajaba la vista cuando respondía.¡Maldita vida!,…¡maldito él!,…le dolía tanto el costado,…tanto,…pero no se atrevía ir al hospital, ellos se daban cuenta de todo.Se puso un pijama y decidió acostarse, el dolor pasaría.………………………………………………………………………………………..............
Abrió la puerta llamándola por su nombre,…- Maria,…ya estoy de vuelta cariño,…¡Maria!,…¿dónde estás amor?, te he traído flores,…- miró en la cocina,… no estaba, luego en el baño y vio el destrozo y la sangre,…pero ella no estaba,…-¡Maria!,…abrió la puerta del cuarto y la encontró tendida, pálida y quieta,…- ¡Mira Maria!,… te traje las flores que te gustan,… violetas para ti,

…………………………………………………………………………………………..
Maria murió sola,…y él le trajo flores.

Mónica Vidort

Éste relato fue escrito hace varios años y puesto en varios foros literarios, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la No Violencia de Género, es en repudio contra los maltratadores de todo tipo, física y mentalmente que sumen en el desespero y el pánico a miles y miles de mujeres que temen denunciar, en la médida que las leyes del "hombre" no le den garantias para poder hacerlo.
Es una forma de decir: ¡BASTA YA!